Propongo esta obra de
Edvard Munch “El grito” para trabajar las emociones en el aula de una forma
transversal a través del arte, mostrando la obra más destacada del artista
dentro del movimiento expresionista utilizando el ordenador y el proyector como
recursos materiales. Se trata de visualizar la imagen y recrearla utilizando el
propio cuerpo. La maestra les ayudará a ir analizando el cuadro a través de una
serie de preguntas ¿Qué veis? ¿Os gusta? ¿Qué ocurre?
De forma individual, irán pasando todos por el espejo, tirarán el
dado de las emociones y tendrán que ir
cambiando las expresiones faciales según corresponda para expresar la emoción
que les haya tocado. A continuación cada uno podrá hacer su propio retrato con
cartulina blanca, lápiz y ceras blandas.
El objetivo principal es
expresar con otros lenguajes (artístico, visual, plástico…) las sensaciones
experimentadas y utilizar el lenguaje para empatizar, para hacer que los demás
se sientan bien, como herramienta de la gestión de las emociones.
Podemos terminar
dialogando en la asamblea sobre la experiencia vivida.
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